Quienes viven en Montevideo lo saben: el color naranja de Campiglia es parte del paisaje urbano. Está en las esquinas, en los carteles de obra, en las fachadas en transformación. Es símbolo de construcciones sólidas, de inversiones seguras, de familias que crecen y de hogares que se heredan de generación en generación.

Durante más de 45 años, ese naranja fue mucho más que un color. Fue una señal de confianza. Una promesa cumplida.

Hace unos meses, Campiglia renovó su imagen institucional. Lo hicimos con orgullo, sabiendo que evolucionar no es dejar atrás lo que fuimos, sino darle un nuevo aire a lo que seguimos siendo: una empresa comprometida con la calidad, la transparencia, el futuro y las personas.

“Evolucionamos para transmitir nuestra esencia. Para seguir dejando nuestra marca en cada nuevo proyecto”, expresó el Ing. Eduardo Campiglia, fundador de la compañía.

La nueva identidad de Campiglia respeta esa historia visual y emocional, pero la proyecta hacia adelante. Porque si algo aprendimos en este camino es que construir es más que levantar paredes: es imaginar el futuro, hacerlo habitable y sostenerlo en el tiempo.

¿Qué significa el color naranja?

El color naranja no es casualidad. En psicología del color, el naranja representa:

- Energía y vitalidad, porque combina la fuerza del rojo con el optimismo del amarillo.

- Calidez y cercanía, porque es un color amigable, humano, accesible.

- Seguridad y confianza, porque transmite solidez sin rigidez.

- Creatividad y transformación, porque invita al cambio, al movimiento, a lo nuevo.

En Campiglia, el naranja es un símbolo de lo que somos y de cómo trabajamos: con energía para construir, con calidez para acompañar, con solidez para sostener, y con visión para transformar.

¿Por qué una propiedad de Campiglia no es como cualquier otra?

Comprar una propiedad Campiglia no es solo una transacción inmobiliaria. Es una decisión que tiene peso, propósito y proyección. Porque cuando elegís Campiglia, elegís:

- Trayectoria comprobada: más de 45 años construyendo con calidad y compromiso. 

- Solidez financiera y legal: invertís con respaldo y seguridad. 

- Diseño pensado para vivir bien: espacios funcionales, eficientes, luminosos y duraderos.

- Ubicaciones estratégicas: elegimos lugares con potencial y conectividad.

- Atención cercana: acompañamos cada etapa del proceso con profesionalismo y humanidad.

- Valor a largo plazo: nuestras propiedades no solo se habitan, se heredan.

Elegir Campiglia es elegir confianza, legado y visión de futuro. Porque no solo construimos para hoy: construimos para que trascienda.

Nuestra imagen cambió. Pero la calidez y solidez... siguen intactas. Y cada vez que lo veas por la ciudad, sabrás que detrás hay una historia de confianza construida ladrillo a ladrillo.