La histórica fábrica de jabones Strauch & Cía -en la conjunción de Palermo con el Barrio Sur- comenzó a ser demolida para levantar en ese sitio un moderno complejo de viviendas. En total, serán 314 unidades de uno, dos y tres dormitorios.

El desarrollo de este complejo -en la manzana delimitada por las calles Gonzalo Ramírez, Ejido e Isla de Flores- se realiza al amparo de la ley de Apoyo a la Vivienda de Interés Social, que otorga beneficios impositivos a los constructores.

A través de esta ley, la 18.795, la empresa a cargo del proyecto -Campiglia- obtendrá exoneraciones en los impuestos al valor agregado (IVA), a la transferencia patrimonial (ITP), a la renta de las actividades económicas (IRAE), a la renta de las personas físicas (IRPF) y al Patrimonio (IP).

"Vamos a asistir a un proceso de cambio sustantivo, porque esa cantidad de viviendas implica una cantidad de residentes, servicios y un movimiento permanente en la zona", señaló ayer a El País el director de Planificación de la Intendencia de Montevideo, Juan Pedro Urruzola.

El arquitecto recordó que a pocas cuadras de allí, sobre Gonzalo Ramírez y hacia el Barrio Sur -pasando el Cementerio Central- se encuentra muy avanzada una cooperativa que se construye en un terreno que durante muchos años estuvo desocupado.

"Probablemente ambos conjuntos nos permitan asistir a una especie de renacer de un barrio en el entorno del Cementerio Central", indicó Urruzola.

El objetivo del proyecto para la vieja fábrica Strauch & Cía es cambiar un área industrial en desuso por otra habitacional, que incluya espacios de actividades sociales recreativas. En este sentido, el complejo proyectado incorpora servicios de escala barrial y otros de mayor alcance, como ser una plaza gastronómica. Cuando se presentó en la Intendencia hace varios meses, se habló incluso de la posibilidad de que incluyera algunas salas de cine.

Se trata de un moderno complejo de tres torres con un edificio de 12 pisos sobre Ejido, otro de 23 pisos sobre Aquiles Lanza y un tercero de tres pisos en Isla de Flores.

El proyecto contempla 314 unidades de uno, dos y tres dormitorios, así como garajes, locales comerciales, barbacoa, parrillero y seguridad.

"Como complejo de esta envergadura, es el primer proyecto de vivienda social de Montevideo. La ley fue coordinada con la Intendencia de Montevideo para definir zonas en donde se la contempla. Esto implica, dependiendo de si son unidades para la venta o para alquiler, de una serie de exoneraciones fiscales que permiten que capitales privados se interesen por un mercado que tradicionalmente no atendían", agregó Urruzola.

CAMPOMAR.

La Dirección Nacional de Viviendas maneja decenas de emprendimientos a desarrollar bajo este régimen legal, sobre todo para el arrendamiento de nuevas unidades.

Campiglia asumió otro desafío similar en el marco de la ley de Apoyo a la Vivienda de Interés Social: la construcción de un complejo en el predio que ocupara la exfábrica Campomar, en Pablo Zufriategui entre la vía férrea y Uruguayana.

Según informó el portal Gente & Negocios de El País, para ese sitio se proyecta un edificio con 167 unidades de uno, dos y tres dormitorios. Además, habrá 112 cocheras y locales comerciales que abarcarán 720 metros cuadrados.

La empresa Campiglia, que está cumpliendo 33 años, tiene en carpeta otros tres proyectos de vivienda social, que irá desarrollando progresivamente.

En Daniel Fernández Crespo y Cerro Largo se ubicará un edificio de 10 pisos con 72 apartamentos de uno, dos y tres dormitorios, 45 garajes, locales comerciales en planta baja y barbacoa con parrillero en el nivel más alto.

En tanto, el edificio "Ámbar" estará en Américo Vespucio y Millán, con 50 unidades de dos y tres dormitorios distribuidas en cuatro pisos. Además contará con 50 cocheras y barbacoa con parrillero en planta baja.

En Vilardebó y Agraciada se construirá el edificio "Ibirapitá", de tres pisos. Esta construcción incluirá 19 unidades de uno a tres dormitorios, 19 cocheras y barbacoa con parrillero.

El 75% de las unidades de cada edificio serán financiadas con el Banco Hipotecario del Uruguay, y el restante 25% mediante la banca privada.

Fuente: El País